Ciertamente queda claro que el seguimiento de una dieta equilibrada y variada, es uno de los mejores métodos para recobrar la salud y para la prevención imprescindible en el tratamiento de innumerables estadíos fisio-patológicos. Es por ello, que una dieta adaptada a cada individuo constituye un instrumento válido de prevención contra la mayor parte de las enfermedades.
Como equilibrar una dieta.
Un método eficaz que ayuda a una alimentación equilibrada y variada es confeccionar un menú semanal de comidas y cenas, en el que se contemplen alimentos de los grupos básicos según la frecuencia recomendada.
Planificar los menús ayuda a hacer las comidas más variadas y a introducir platos que se tenían olvidados. Además alivia el pensar en “¿qué cocino hoy?”
Cuando se habla de dieta equilibrada no se trata de una dieta ideal y universal, al contrario, hablamos de alimentarnos de forma adecuada a nuestras circunstancias personales: llevaremos una dieta equilibrada cuando tomemos los alimentos que nos aporten los nutrientes que necesitemos según nuestra complexión, nuestra estatura, nuestra edad, nuestro sexo, nuestra actividad cotidiana, el clima y las condiciones medioambientales en las que nos movemos, etc. Por ello siempre se recomienda consultar a nuestro médico nutricionista, pediatra o clínico.
Consejos para una alimentación sana
- Incrementar el consumo de frutas, verduras y hortalizas frescas, alcanzando al menos las cinco raciones de hortalizas y frutas al día. Consumir también legumbres.
- Reducir el consumo de carnes, embutidos, vísceras, mariscos y huevos. Una buena opción es comer más pescado azul.
- Beber abundante líquido, a ser posible agua como fuente de hidratación, tratando de moderar el consumo de vino y reducir o eliminar el consumo de otros tipos de bebidas alcohólicas.
- Aumentar el consumo de fibra, sustituyendo el consumo de productos refinados por aquellos integrales procedentes de grano entero.
- Tomar aceite de oliva virgen como grasa a la hora de cocinar en la dieta.
- Y, finalmente, y aunque esto tenga más bien que ver con un estilo de vida saludable, más que con la propia alimentación sana en sí, se debe de abandonar el sedentarismo, practicando cada día una actividad física que nos ayude a mantenernos activos.
Lo ideal es unificar las dos pirámides: alimentación y ejercicio físico.
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Publicado en nuestra revista "Prohibibo Prohibir", noviembre 2009
Nota realizada por el grupo de Taller de Cocina, turno tarde: Walter, Romina V., Marina, Diego, Lucas F., Lucas M., Ramiro, Gabriela, Darío, Federico. Profesora: Lic. T.O. Heit, Lorena y las pasantes alumnas de T.O. Noelia y Karina.
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